¿EL COMPAS A CUANTOS GRADOS DEBE ESTAR ABIERTO?


¿EL COMPAS A CUANTOS GRADOS DEBE ESTAR ABIERTO?
Herbert Oré Belsuzarri.

Masones y profanos vemos en forma cotidiana en diferentes lugares, objetos y joyas un símbolo cuya identidad es universalmente conocida: La Escuadra y el Compas, pero se ha detenido para averiguar  ¿A cuántos grados está abierto el compás y porque?

Un punto que da lugar a una aproximación particularmente significativa entre la tradición extremo oriental y las tradiciones iniciáticas occidentales, es el que concierne al simbolismo del compás y de la escuadra: éstos, como ya lo hemos indicado, corresponden manifiestamente al círculo y al cuadrado, es decir, a las figuras geométricas que representan respectivamente el Cielo y la Tierra. En el simbolismo masónico, conforme a esta correspondencia, el compás está colocado normalmente arriba y la escuadra abajo; entre los dos está representada generalmente la Estrella irradiante, que es un símbolo del Hombre, y más precisamente del «hombre regenerado», y que completa así la representación de la Gran Tríada. Además, se dice que «un Maestro Masón se encuentra siempre entre la escuadra y el compás», es decir, en el «lugar» mismo donde se inscribe la Estrella irradiante, y que es propiamente el «Invariable Medio»; así pues, el Maestro es asimilado al «hombre verdadero», situado entre la Tierra y el Cielo y que ejerce la función de «mediador»; y esto es tanto más exacto cuanto que, simbólica y «virtualmente» al menos, si no efectivamente, la Maestría representa la culminación de los «pequeños misterios», donde el estado del «hombre verdadero» es el término mismo; vemos allí un simbolismo rigurosamente equivalente al que hemos encontrado precedentemente, bajo varias formas diferentes, en la tradición extremo oriental. (Rene Guenon, Entre la Escuadra y el Compas).

Es indiscutible que los dos símbolos de las herramientas masónicas de los masones lo constituyen la escuadra y el compás, sobre ello se ha dicho que expresa el origen filosófico de la Masonería y sus ideales.

La Escuadra y el Compás, permite la realización de tareas que competen a dos estructuras completamente diferentes y contradictorias: el cuadrado y el círculo. Si ignorásemos cualquier otro instrumento propio de las Logias, bastaría con conocer el cometido de la Escuadra y del Compás para reconstruir a partir de ellos toda la filosofía Masónica.

Se señala que sin estos dos instrumentos, no sólo sería incomprensible el simbolismo de las Logias, sino que ni siquiera hubieran sido alzadas nuestras más hermosas catedrales o las construcciones que asombran al mundo pese al tiempo transcurrido en diferentes partes del mundo.

Tal es su valor que los sistemas de enseñanza no pueden obviar  la Escuadra y el Compás, que son útiles que acompañan a todo escolar desde sus primeros años de aprendizaje, y sin embargo, nunca hacen una reflexión sobre ellos no obstante que durante años el niño deberá utilizarlo.

Aún entre los masones su significado no es del todo conocido, si duda de esta afirmación, cuando tenga la oportunidad de encontrar en la solapera del saco de algún masón, la Escuadra y el Compas, pregúntele que significa y la respuesta no le debe sorprender.

Así pues, la Escuadra simboliza la tierra, el Compás el cielo. Cuando veamos a la primera superpuesta al Compás esto nos indicará una situación de dominio de la materia; si, por el contrario, Escuadra y Compás se muestran entrelazados, tal situación nos advertirá sobre el equilibrio de fuerzas entre el mundo material y el mundo espiritual. Y si, finalmente es el Compás el que se superpone a la Escuadra, quedará claro el dominio espiritual.

Por su amplitud simbólica, la Escuadra y el Compas,  son, en sí mismos, libros mudos, equiparados en las Logias al Libro Sagrado, la Biblia, y que los tres constituyan las “Tres Grandes Luces” presentes en el Ara de la Logia, que deben iluminar la senda de los miembros de la Orden.

La función de la Escuadra: medir magnitudes del mundo material, mientras que el Compás mide ángulos; el primero supone una aproximación al mundo de la cantidad, el segundo al de la calidad y la esencia. Por esto mismo, el cuadrado que puede trazarse con la Escuadra es el símbolo del mundo material y el círculo que surge del manejo del Compás, lo es del espiritual, siendo el instrumento que corresponde al Supremo Hacedor, al Gran Arquitecto del Universo.

En las Logias, el Compás muestra generalmente dos angulaciones: abierto a 90° indica el ángulo que no se puede superar, el límite de la manifestación y, por esto mismo, el equilibrio entre sus dos brazos; abierto a la mitad, sus 45° sugieren equilibrio entre fuerzas antitéticas, situadas de manera dinámica y constructiva.

El ángulo de 90º nos da entender que solo una parte del conocimiento es accesible bien a los sentidos o bien al entendimiento, quedando las tres cuartas partes fuera del entendimiento humano. El círculo tiene 360º, la mitad 180º y la mitad de ello o la cuarta parte es 90º

En el simbolismo antiguo la Escuadra era el equivalente de la Tierra y el Compás, o mejor dicho el círculo que podemos dibujar con él; tenía el significado del Sol y también de los cielos. Por otro lado el punto de unión de sus patas era el Sol y éstas a su vez los rayos por éste emitidos. Es muy significativo el saber que nuestro planeta gira cada 24 horas sobre su eje con una inclinación de 23 grados y medio por lo que los rayos del sol nunca llegan a incidir a más de 47 grados sobre su superficie. El 21 de Junio es el Hemisferio Norte el más cercano al solsticio y sus rayos inciden con mayor fuerza sobre el Trópico de Cáncer (Solsticio de Verano).El 21 de Septiembre lo hacen sobre el Trópico de Capricornio (Equinoccio de Otoño).Por lo que los limites extremos de sus declinaciones Norte y Sur son de 47 grados. De ahí que el compás por lo tanto debe ponerse exactamente a 47 grados, afirman otros hermanos.

Debemos agregar que el 21 de Marzo (Equinoccio de Primavera) y el 21 de Diciembre (Solsticio de Invierno); son las fechas que determinan la posición de las tres luces que están situadas alrededor del Ara. Y por consiguiente deben cambiar su posición de acuerdo a lo mencionado para acatar estrictamente el ritual masónico.

Ya hemos visto que el ángulo de la escuadra es inamovible, sin embargo en el compás es todo lo contrario. El usuario del compás decide su medida. Un compás es una herramienta que, teóricamente puede trazar círculos desde un punto hasta infinito, si abrimos las puntas del compás a 180º.

El compás simboliza la igualdad entre las personas, ya que los infinitos puntos que componen el trazado del círculo están todos a la misma distancia de su centro. Por otro lado es un símbolo de libertad, de la que el usuario del compás es dueño, abriendo y cerrando sus puntas desde la nada hasta el todo.

Este es el motivo por el que el compás está escondido debajo de la escuadra en el símbolo del primer grado de la Masonería, precisamente para que el Aprendiz de Masón aprenda la rectitud antes de tener plena responsabilidad.

En el segundo grado, al Compañero Masón se le presentan los conocimientos que tendrá que aprender y madurar, y para representarlo, una de las puntas del compás asoma por encima de la escuadra.

Y finalmente, el Maestro Masón, poseedor del Conocimiento y de la Razón, sitúa el compás sobre la escuadra, que no le exime de seguir siendo recto en su vida masónica y profana.

Estos dos instrumentos son esquemáticamente idénticos a las letras griegas gamma (G) y lambda (l). En Masonería uno de los símbolos más utilizados es la letra G inserta dentro de una estrella. La G corresponde a la gamma y de la misma forma que la geometría –cuya inicial es precisamente la G- es la quinta ciencia en la enumeración de las artes liberales.

Por lo demás, desde el punto de vista numero lógico, el valor de la gamma es 3 y el de la lambda 30, su suma, la suma de la escuadra y el compás, es 33, como el número de Grados del Rito Escoses Antiguo y Aceptado (3 de la masonería simbólica que dependen de las Grandes Logias y los 30 restantes del Supremo Concejo del Grado 33º y último), 33 como la edad de Cristo, como las 33 vertebras de la columna humana, etc.

El Compas representa la justicia con que deben medirse los actos de los hombres, y por tanto varia en relación directa al acto, algunas veces censurable y en otras ejemplar, pero la justicia es única y no cambia. Es el símbolo más destacado de la virtud, la única y original medida de la vida del masón y de su comportamiento. De igual manera se considera el símbolo de la causa, el origen y el efecto sobre los seres y las cosas creadas. Y cuando la logia clausura o cierra sus trabajos en cualquiera de las cámaras, al final de cada tenida, el Compas debe permanecer con sus dos ramas cerradas, en representación al reposo, la tranquilidad, el sosiego o inactividad. Por ello permanecen en el ara junto a la Biblia, el Compas y  Escuadra cerrados.

Sus brazos más o menos abiertos, nos sugieren la idea de la intensidad de una fuerza, infinitamente variables las diversas aberturas que se les puede dar y aún aquellas están sometidas a una regulación inteligente por parte del masón instruido, que conoce las leyes y el manejo de las fuerzas sutiles de la naturaleza y las energías de su vida y de su propia inteligencia.

BIBLIOGRAFIA.

Albert Gallantin Mackey, Enciclopedia de la Francmasonería. .
Aldo Lavagnini, Manual del Aprendiz. 
Andrés Cassard, Manual de la Masonería. 
Jorge Alfonso Pardo, La Escuadra y el Compas, Venezuela, Mayo 2008.
Lorenzo Frau Abrines, Diccionario Enciclopédico de la Masonería. 
Rene Guenon, Entre la Escuadra y el Compas.
  
Herbert Oré Belsuzarri.
RLS Fénix 137-1 Lima – Perú

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