EL MASÓN ANDRES AVELINO CACERES.
EL MASÓN ANDRES AVELINO
CACERES.
Herbert Oré
Belsuzarri
Militar, político y masón (iniciado en la R:.L:.S:. “Concordia
Universal” el 13 de junio de 1860, adelantado tres días después, y exaltado el
6 de julio del mismo año), héroe de la
Guerra del Pacífico, lideró la campaña de La Breña donde le conocieron como “El
Brujo de los Andes”. Fue tres veces presidente de la República y es patrono del
Arma de Infantería del Ejército Peruano.
Nació en Ayacucho el 10 de noviembre de 1836. Su padre, Domingo
Cáceres Oré, hacendado ayacuchano; su
madre, Justa Dorregaray Cueva, huancaína descendiente de Catalina Wanka,
princesa inca. Estudio en la Escuela Nacional de Ayacucho. En 1853, ingresó a
la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Un año
después, dejó el estudio para convertirse en cadete del batallón Ayacucho, que
formaba el general Fermín del Castillo, a órdenes de Castilla.
Cáceres
libra en Lima la batalla de La Palma, pero fue derrotado. Ascendido a
subteniente y pronto a teniente graduado y efectivo, apoyo la causa de Castilla,
contra Manuel Ignacio de Vivanco. Combatió en Yumina, Bellavista y participó en
el asalto de Arequipa, pero en la toma de la ciudad, fue herido debajo del ojo
izquierdo.
En el
conflicto con el Ecuador entre 1859 y 1860, El capitán Cáceres, aún
convaleciente, acudió a la defensa de la frontera. Fue enviado por el
presidente Castilla a Francia, como adjunto militar a la Legación peruana en
París, retornando en 1862 para integrarse al batallón Pichincha en Huancayo.
En la
Guerra con España, Cáceres se opuso a la actitud pasiva, del gobierno de Juan
Antonio Pezet, frente a la ocupación de las Islas Chincha por la Expedición
Científica Española. Por la crítica al gobierno, fue apresado y desterrado con
otros oficiales, logrando huir a Mollendo. Los prófugos se unieron a la revolución restauradora del honor
nacional liderado por Mariano
Ignacio Prado contra Pezet y el claudicante Tratado Vivanco-Pareja, que
aceptaba las condiciones de la Armada española.
Cáceres,
apoyó el golpe de estado de Prado y participo en la ocupación de Lima.
Intervino en el Combate del 2 de mayo de 1866, donde vencieron a la Armada
española, que se retiró a la Isla San Lorenzo, para luego abandonar el Perú.
Después
de estos hechos, Cáceres se retiro y se dedicó a la agricultura en su tierra
Ayacucho hasta 1872, que se opuso al intento de golpe de estado de los hermanos
Gutiérrez, contra el futuro primer presidente civil, Manuel Pardo Lavalle. El
líder del Partido Civil, le dio la jefatura del batallón Zepita. Apago un
conato de rebelión que surgió en sus filas y marchó a Tarma y Chanchamayo para
completar la formación de sus hombres.
Participó
contra la rebelión de Piérola en Moquegua, batiéndolo en el Alto de los
Ángeles, luego del cual fue promovido a coronel. Elegido Prefecto del Cuzco en
1877, no abandonó al batallón Zepita.
Los gobernantes y
la plutocracia nacional, sabían de la posible guerra con Chile. La compra de
buques y armas no era como hoy. Esto demoraba meses y hasta años. Así pues no
podían alegar, que no conocía las intenciones chilenas. Y asombra, como nuestra
flota y el ejercito, se desmantelo con argumentos infantiles: “Para evitar
golpes de estado” y “por que era mucho gasto”.
Cáceres
estaba en el Cuzco, cuando se inició la Guerra con Chile y tuvo que ir al sur al
frente del Zepita. Nombrado Comandante de la II División del Ejercito del Sur,
peleo las batallas de San Francisco (19 noviembre 1879) y Tarapacá (27
noviembre 1879). En Tarapacá, Andrés Avelino Cáceres destaco, logró tomar los
cerros, haciendo retroceder a la tropa chilena, que abandono sus cañones Krup.
Tarapacá, fue una victoria provisional, el ejército peruano debió retroceder
dejando el territorio salitrero al enemigo.
Cáceres
colaboró en reorganizar el Ejército del Sur, concentrado en Tacna, junto con
las tropas bolivianas, al mando del nuevo presidente Narciso Campero, quien
había dado golpe de estado a Hilarión Daza en Bolivia. En nuestro país también,
había crisis política, por la partida del presidente Ignacio Prado a Europa, que
fue derrocado por Nicolás de Piérola y financiado por Dreyfus. En ese contexto
se dio la Campaña de Tacna, intervino en el Alto de la Alianza (26 de mayo 1880).
Retorno a la capital, arribando en agosto. Fue nombrado Comandante General de
la V División de la Reserva del Ejército del Centro y se dirigió a Huaral para
entrenar su tropa, enrolando civiles en su trayecto.
Como
coronel, participó en la Campaña de Lima, organizado personalmente por Piérola,
que formó dos líneas defensivas: la de San Juan, compuesta por trincheras que
iba desde el Morro Solar hasta Monterrico chico, y la de Miraflores, que era la
línea de reductos, desde Armendáriz hasta el camino a Chosica. Estas defensas
estaban mal concebidas.
Los chilenos
al mando de Baquedano, desembarcaron en Pisco y Curayacu, tres millas al norte
de Chilca, llegando a Lima por el Morro Solar, que era defendido por Miguel
Iglesias, que fue obligado a retroceder por las fuerzas invasoras. Cáceres
participó en la fracasada batalla y tubo que retirarse a Chorrillos luego de
haber sufrido fuertes pérdidas.
Después
de la derrota de San Juan, el 13 de enero de 1881, los chilenos incendiaron Chorrillos
y Barranco. Cáceres quería algunos soldados para atacar por sorpresa aprovechando
la borrachera de los chilenos, pero Piérola se negó.
Dos
días después, el ejército chileno vencía la línea de Miraflores, donde Cáceres fue
herido con perforación de su fémur derecho. Lo atendieron en un puesto
ambulatorio en San Carlos, y escondido por los jesuitas en la celda del padre
superior del Convento de San Pedro. Convaleciente aún, huyó de Lima, el 15 de
abril de 1881 para evitar las pesquisas de la tropa chilena. Fue a Jauja y lo
nombraron Jefe político y militar de los departamentos del Centro.
Durante
la Ocupación chilena (1881-1883), Cáceres organizó sus montoneros en el Valle
del Mantaro, de la Sierra Central. Los campesinos del centro entregaban sus
caballos sin ningún costo a Cáceres, para formar el Ejército, que estableció su
cuartel en Matucana. Fue ascendido a general en agosto de 1881 y reubicó su
cuartel a Chosica. Le ofrecieron la presidencia, pero no aceptó para evitar más
divisiones. Las principales batallas de la Campaña de la Breña se dieron en
Pucará el 2 de febrero; nuevamente Pucará, Marcavalle y Concepción el 9 de
julio todas victoriosas en 1882.
En Arequipa, como
jefa de redacción de “La Bolsa” en 1883, que analizaban
los dramáticos acontecimientos de la Guerra del Pacífico, la masona peruana
Clorinda Matto, defendía a nuestra patria, poniendo de relieve la figura del
general Cáceres, masón como ella.
La ocupación chilena, sumió en la anarquía al Perú. El ejército invasor
dispuesto la creación de un gobierno en la ciudad de Lima encabezado por
Francisco García Calderón. Este, al intentar organizar una resistencia fue
remplazado por Lizardo Montero, que se negó a firmar la cesión de territorio,
huyo a Arequipa donde continuó gobernando. El 5 de de junio de 1883, el
congreso de Arequipa, del gobierno de Lizardo Montero, elige a Cáceres Segundo
Vicepresidente de la República. Por su parte, en el norte, Miguel
Iglesias Pino del Arce (masón pro chileno y posterior sirviente de la corona
inglesa), dio el Grito de Montán el 31 de agosto de 1882 desde su hacienda en
Cajamarca. Y para poner fin a la guerra, convoco un Congreso Constituyente bajo la Presidencia de Antonio Arenas que proclama Presidente
Regenerador de la República a Miguel Iglesias en enero de 1883 y le faculta firmar un tratado con Chile. Para
entonces ya existía la Gran Logia fundada por Chile en el Perú y la alianza
Arenas-Iglesias-Lynch.
El 16 de mayo de 1883 Cáceres marcha al norte para enfrentar a Miguel
Iglesias, que inmediatamente es socorrido por el ejército chileno al mando de Patricio
Lynch que envió a Gorostiaga y Arriagada.
Gorostiaga y Cáceres, se enfrentan en Huamachuco el 10 de julio de 1883.
Cáceres es derrotado por una mejor equipada, disciplinada y entrenada tropa
chilena que ordenaron ejecutar a prisioneros y heridos sin excepción, con el
argumento que eran parte de un ejército irregular o montonera y por tanto no
merecían ser considerados prisioneros de guerra. Entre los fusilados recordamos
al Coronel Leoncio Prado, militar masón que hizo tres toques con su cucharita
ante el pelotón que lo fusilo. Luego de esta derrota, Cáceres retorna a
Ayacucho para organizar un Segundo Ejercito de la Breña.
El 20 de Octubre de 1883 firma el Tratado de Ancón Miguel Iglesias y queda
pendiente para su promulgación por el congreso peruano. El 25 de octubre una
revuelta popular depone el gobierno de Lizardo Montero en Arequipa quién se
retira a La Paz y Cáceres como segundo Vicepresidente asume el gobierno del
Perú.
El Gobierno de Miguel Iglesias promulga el Tratado de Ancón el 11 de marzo
de 1884, Cáceres no lo acepta y se enfrenta a las fuerzas de Iglesias que
contaba con el apoyo del ejército de Chile.
Cáceres se proclama Presidente del Perú el 16 de julio de 1884, por la
quiebra total del orden constitucional, ya que la Asamblea Constituyente de
1884 había acordado que Iglesias debía retirarse del gobierno y llamar a
elecciones, pero este se quedo en el poder y exigía el sometimiento total de
Cáceres.
En agosto de 1884 se retira el ejército chileno tras haber logrado con el
tratado de Ancón, la “perpetua e incondicionalmente” dominio de la provincia de
Tarapacá. Tacna y Arica estaría en manos chilenas por 10 años, luego se haría
un plebiscito que determinaría a que país quedarían anexadas.
Como
consecuencia de la guerra, se inició la época denominada, Segundo Militarismo entre
1884 a 1895, el dominio político lo tenían los jefes militares de la Guerra con
Chile.
La animadversión de la población hacia Iglesias, por el contenido del
tratado de Ancón, obligó su renuncia a la presidencia en favor de Antonio
Arenas. Cáceres estaba levantado contra Iglesias, que dejo el poder y Arenas
convoco a elecciones, saliendo elegido el héroe de la Breña.
En su
primer gobierno de 1886 a 1890, formó el Partido Constitucional. En ese periodo
de crisis post guerra, Manuel González Prada dio un famoso Discurso en el
Teatro Politeama en 1888, que expresa una crítica feroz al pasado y sus líderes
políticos, entre ellos Cáceres, y reveló el profundo espíritu antichileno que
sentían los peruanos. Este discurso se dio en un evento realizado para recaudar
fondos, para recuperar Tacna y Arica, provincias que se hallaban en poder de
Chile desde 1883. En esta época se desarrolla el indigenismo, que busca
revalorar al indio y superar la discriminación de la que había sido objeto.
Entre sus exponentes destaca Clorinda Matto de Turner.
La adhesión de
Matto, al partido del Presidente Cáceres, nunca fue ocultada, ella, decía: que
era «por la convicción de sus honrosas tradiciones, porque nació bajo la
bandera de la defensa del Perú contra el invasor». Bajo este signo circulaba “Los Andes”, un
periódico: “Cuando fundé el periódico, [...] hice de cuenta que salía a la
calle en aguacero y que era inevitable el mojarse [...] Ya me han dicho
"zamba canuta" porque dije que la ruina del país se debía a don
Manuel Pardo, a esa secreta alianza con Bolivia y que la miseria de hoy era el
legado del partido de los negros recuerdos. Sigo adelante sin levantar moño. Ya
los venceré con la constancia, con la verdad y con el patriotismo”.
Así de rotunda y
apasionada era en sus juicios, algunos muy esquemáticos, en torno a la
actuación de ciertos políticos, en especial de Piérola para quien no escatimó,
epítetos duros, siguió en esto a González Prada. En contraste, la figura de
Andrés Avelino Cáceres adquirió para Matto, contornos mitológicos, al ver en el,
la encarnación de todas las virtudes del héroe, que no se doblega en la defensa
del país. Esta imagen romántica del caudillo de La Breña, le impidió tener un
juicio imparcial de su actuación como gobernante del Perú.
Con el
objeto de cancelar la deuda externa, la crisis fiscal y la ruina del crédito
exterior provocada por la guerra, Cáceres firmó el discutido Contrato Grace en
1889. A través del contrato, Miguel Grace, representante de los tenedores de
bonos de la deuda externa peruana, los bonistas ingleses cancelarían totalmente
la deuda que ascendía a 5´000,000 de libras esterlinas. A cambio, el Perú entregara los ferrocarriles por 66 años, 3
millones de toneladas de guano y el pago de 33 anualidades de 80,000 libras
cada una. Los tenedores de bonos constituyeron en Londres una compañía para la
administración de los ferrocarriles: la Peruvian Corporation. Además, los
bonistas debían concluir los tramos ferroviarios de Chicla-La Oroya
(ferrocarril central) y Juliaca-Santa Rosa (ferrocarril del sur); y se
comprometían a construir 70 kilómetros más de cualquier otro ferrocarril.
Asimismo, les concedieron la libre navegación por el Lago Titicaca y el libre
uso de algunos muelles del país.
Se inicia
la explotación del caucho y la agro exportación. Surge el Banco Italiano, que
al inicio atendía a residentes italianos y en poco tiempo empezó a atender al
público nacional. Después de su período presidencial fue nombrado Ministro
Plenipotenciario del Perú en Inglaterra y Francia.
A
Cáceres le sucedió en la presidencia el coronel Remigio Morales Bermúdez, quien
murió sin haber concluido su período de gobierno. Su segundo vice-presidente,
Justiniano Borgoño, completó su período apoyado por el ejército y finalmente,
convocó elecciones cuyas condiciones no se dieron justas. Andrés Avelino Cáceres fue candidato único y electo para el período 1894-1898.
Las elecciones de 1894, tachada de ilegal por civilistas y demócratas, llevo
al poder a Cáceres. Los civilistas no estaban dispuestos a aceptar más
militares y menos a una figura desgastada como Cáceres. Su persistencia por el
poder, la tiranía y una victoria fraudulenta llevaron a la Guerra Civil de 1895.
Al interior del país se formaron tropas de guerrilleros contra el nuevo
gobierno, liderado por Nicolás de Piérola (también masón), fundador del
Partido Demócrata, que se unió a la Unión Cívica de los civilistas, formando la
Coalición Nacional.
La
guerra civil se hizo en oposición a la permanencia de los militares en el poder
y la reelección de Cáceres, criticado por la firma del Contrato Grace. Surgieron
las montoneras pierolistas y caceristas, que luchaban entre sí. Piérola entró a
Lima con su gente por la Portada de Cocharcas el 17 de marzo de 1895. La lucha
se prolongó por varios días en la capital, a pesar de que los caceristas fueron
forzados a retroceder a Palacio de Gobierno. Se calcula que murieron mil
personas, los cadáveres al no poder enterrase, despedían un olor insoportable y
la amenaza de una epidemia. Frente a esta situación, el cuerpo diplomático se
reunió y logra una tregua de 24 horas, para sepultar los cuerpos. La paz fue
prorrogada y Cáceres renunció. Era el fin del periodo del Segundo Militarismo.
Finalizada
la guerra civil, se fue a Buenos Aires, donde permaneció hasta el año 1899. Fue
Ministro Plenipotenciario en Italia (1905-1911) y Alemania (1911-1914). Cuando
volvió al Perú en 1915, apoyo la elección de José Pardo y Barreda. Como el
presidente no correspondió, Cáceres apoyó el movimiento que lo derrocó en 1919.
Fue honrado con el título de Mariscal el 10 de noviembre de ese mismo año.
La
biografía de Cáceres no permite soslayar la realidad nacional de la Guerra con
Chile y la intromisión inglesa en ella.
Gran Bretaña, facilitó
préstamos a Chile, por 1,000 millones de libras esterlinas entre 1860 y 1870,
convirtiéndola en la práctica, una colonia inglesa. La libra esterlina era cosa
corriente en su comercio. Todos los meses un escuadrón de la Armada británica
patrullaba la costa.
El Perú, del siglo
XIX no es la única víctima del poder británico, encabezado por su primer
ministro Benjamín Disraeli. Inglaterra imponía su “Libre Comercio”, presionaba para
obtener tratados comerciales a su conveniencia. En el caso del Perú fue por que
el Estado peruano, tenía el monopolio del salitre y no permitía la
participación de los capitalistas británicos. En represalia, practicaron con el
Perú una neutralidad hipócrita solo par favorecerse.
Durante la guerra
con Chile, Perú construyó en los astilleros alemanes de Kiel dos acorazados: el
“Sócrates” y el “Diógenes”, a estos debían instalar artillería en el puerto
inglés de Southampton, pero lo detuvieron por muchos años bajo las leyes de
“neutralidad”, y para aparentar imparcialidad, detuvieron al barco chileno
“Arturo Prat”, que no era urgente para la armada chilena; para el Perú eran los
dos únicos acorazados que podrían haber estado en la guerra. Concluida la
guerra, el “Sócrates” fue liberado y al llega al Callao el 31 de agosto de 1889
se le bautizó como “Lima”. El “Diógenes” fue embargado por
el gobierno inglés en pago por la estadía de ambos buques en puerto británico.
Durante la guerra,
Chile construyo barcos en Inglaterra, a pesar de las “leyes británicas de
neutralidad” que perjudicaron al Perú, así entregaron a Chile: El crucero
auxiliar “Angamos”, el Ex "Belle City of Cork". El crucero
“Esmeralda”. 10 torpederas: Janequeo, Colo Colo, Tucapel, Fresia (1ra), Fresia
(2da), Tegualda, Glaura, Guale, Vedette y Quidora. El Ingles John Thomas North,
proporcionó 8 lanchas de desembarco, vendió uno y presto otro vapor a Chile para transporte de
soldados.
A pesar de la
“neutralidad”, Inglaterra y el Imperio Alemán, que no querían vender armas al
Perú, dio todas las facilidades para comprar armas a los chilenos. Chile fletó vapores
en Liverpool (Inglaterra), Amberes (Bélgica) y Hamburgo (Alemania). Chile agotó
las existencias de rifles comblain de la Fabrique Nationale d´armees de guerre
de Belgique. Inglaterra vendía armas a
chile a precios simbólicos.
El presidente de
los EE.UU James A. Garfield sabía que Inglaterra estaba detrás de esta guerra y
se opuso a las pretensiones chilenas con la doctrina Monroe: “América para los
americanos”, la política de Garfield propició conversaciones de paz, para lo
cuál envió la corbeta estadounidense Lackawanna a la bahía de Arica, donde reunió
a los representantes peruanos, bolivianos y chilenos, y participaban los
ministros (embajadores) norteamericanos de los tres países contendientes. Este
esfuerzo se frustró con el asesinato del presidente Garfield,
su sucesor Chester A. Arthur se desentendió completamente del tema.
Garfield era un obstáculo para los banqueros europeos con intereses en Perú y Bolivia, que estaban preparándose para la primera guerra mundial, y era estratégico apropiarse de las ricas reservas de salitre del Perú y Bolivia, para la fabricación de la pólvora.
La flota británica fondeada en Chile, tenía 7 acorazados que estuvieron presentes durante toda la guerra, especialmente durante la campaña naval:
-HMS TURQUOISE: Participó en el bloqueo de Iquique y presenció el combate que se dio en este mismo lugar, su comandante el capitán Rodgers, demostró su parcialidad a favor de Chile con grandes elogios al capitán chileno Arturo Prat.
Escoltó con el HMS Sea Nymph desde Antofagasta a Pisagua a la fuerza de invasión chilena compuesta de 10 mil soldados, Acompañó a la flota chilena durante el bombardeo y desembarco en Pisagua .
-HMS TETHYS:
Después se le cambió el nombre por el de SEA NYMPH (Ninfa de los mares),
Escoltó con el HMS Turquoise desde Antofagasta a Pisagua a la fuerza de
invasión chilena, acompañó a la flota chilena durante el bombardeo y desembarco
en Pisagua, estuvo también durante el bloqueo de Arica.
-HMS SHANNON:
Acompañó a la flota chilena durante el bombardeo y desembarco en Pisagua,
también durante el bloqueo de Arica y en el Callao.
-HMS TRIUMPH:
Reemplazó en mayo de 1878 (antes de la guerra) al HMS Shah el cual junto con el
HMS Amethist atacaron y fueron derrotados por el monitor peruano “Huáscar” en
el Combate de Pacocha, lo que constituyó una humillación para la Real Marina
Británica y desde aquella fecha Inglaterra dio de baja a todos sus barcos de
madera y los reemplazó con barcos blindados.
Acompañó a la flota chilena desde mayo de 1878 hasta octubre 1882 en que fue reemplazado por el HMS Swiftsure. Estuvo bajo el mando del Capitan Albert H. Markham.
Acompañó a la flota chilena desde mayo de 1878 hasta octubre 1882 en que fue reemplazado por el HMS Swiftsure. Estuvo bajo el mando del Capitan Albert H. Markham.
-HMS OPAL y HMS
PELICANS: Acompañaron a la flota chilena durante el bombardeo y desembarco en
Pisagua.
- HMS GANNET:
Estuvo frente al Callao cuando los peruanos quemaron sus barcos, estuvo bajo el
mando del almirante De Horsey.
-HMS DOTEREL: El 17
de enero de 1881, salió de Sheerness (condado de Kent, Inglaterra) destinada a
la armada británica del Pacífico, había sido construida el año anterior.
Constaba de 6 cañones y una tripulación de 155 personas.
Apenas una hora después de fondear en la rada de Punta Arenas, a las 10h de la mañana del 26 de abril de 1881, hubo una explosión accidental en la santabárbara de proa. La cubierta superior fue destruida, así como también parte de los dos costados del casco. En pocos minutos, la corbeta se hundió, muriendo 143 personas en la catástrofe: sólo 12 sobrevivieron, entre ellas, el capitán. Un par de meses después, la tripulación del HMS Turquoise erigió sobre la sepultura un monumento hecho de madera y lona.
Los beneficiados de
la guerra, fueron los capitalistas británicos, John Thomas North y la poderosa
casa inglesa Anthony Gibbs and Sons (AG&S), que pasaron a controlar el
negocio del salitre. Por el contrato Grace-Donoughmore, el Perú cedió el
control de los ferrocarriles estatales, los vapores del lago Titicaca, dos
millones de Hectáreas en la selva amazónica en el valle del Perene, los muelles
fiscales de Mollendo, Chimbote, Salaverry, Pacasmayo y Paita. Cedió tres
millones de toneladas de guano. Por este contrato la casa angloamericana W.R.
Grace pasó a controlar la economía peruana y boliviana a través de la empresa
Peruvian Corporation Ltd.
Chile para evitar
que Argentina intervenga en el conflicto, firmó un apresurado tratado de
límites en julio de 1881, por el cuál renunciaba para siempre a su aspiración
en los territorios de la Patagonia Oriental, los cuales son reconocidos desde
aquella fecha de soberanía argentina.
La Gran Logia de
Chile cuyos miembros eran socios y accionistas de las salitreras como El Serenísimo
y Gran Maestro de la Logia de Chile, Don Evaristo Sublete, de nacionalidad
inglesa, gerente general de la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta,
con residencia en Valparaiso, Jeorge Hicks, Jeorge Paddison, Diego Adamson,
Juan Clememsson y H.R Stevensson eran socios o parte de la administración de la
mencionada empresa.
El presidente chileno Balmaceda, trató de nacionalizar el salitre, pero el “Poder Oculto” a través de la masonería sumisa a la Logia de Londres, organizó una guerra civil contra el, que ocasionó la muerte de 10,000 chilenos y terminó con el suicidio de Balmaceda en 1891. Chile no sacó provecho del salitre arrebatado al Perú, el único realmente vencedor fue Inglaterra.
El territorio que Chile arrebató a Perú y Bolivia tienen una extensión de 178,698.1 Km2, pero perdió entre 1’100,000 y 1’400,000 Km2 que cedió a Argentina, en un total 8 oportunidades, si sumamos, estas 8 entregas de territorio tienen según el menor cálculo una extensión de 1’103,093 Km2, o sea que por cada Km2 arrebatado a Perú y Bolivia, Chile perdió 17.87 Km2 cedidos a la Argentina. Defender la Patagonia no era interés británico.
La guerra sorprendió al Perú desarmado, Inglaterra bloqueó la venta de armas al Perú basado en una hipócrita neutralidad, y presionó a otros países para que no lo hagan, por este motivo el Perú no recibía armamento para defenderse. En esta circunstancia, Cáceres, Grau, Montero y algunos funcionarios extranjeros cercanos al Presidente Mariano Ignacio Prado, le recomendaron viajar al exterior a gestionar personalmente la compra de armas.
El Presidente Prado viajó a Europa a gestionar la compra de armas con permiso del Congreso dejando como Presidente provisorio al general Luís La Puerta, momento en que Piérola y otros divulgaban la noticia de que Prado había huido del Perú, para desmoralizar a los peruanos y aceptar el golpe de estado de Piérola, que tomó el poder e impidió el retorno de Prado así como el objeto del viaje. Su familia se quedó en el país, sus hijos lucharon en el ejército peruano y uno de ellos, es el héroe Leoncio Prado.
En plena ocupación chilena,
los militares de Chile con Stanislao del Canto (coronel masón chileno) y un
grupo de traidores crean una Logia en el Perú, al cual el Supremo Consejo del
Grado 33º del Perú los declara espurios y traidora, porque en su gran cuadro
estaban militares Chilenos, mientras que Andrés Avelino Cáceres, masón patriota
avanzaba a Lima para expulsar al invasor.
La Logia “Orden y Libertad Nº
1” que tenía entre sus miembros gran cantidad de militares chilenos y cuyo 1er
Vig. Era el coronel chileno Stanislao del Canto pretendieron reinstalar el GRAN
ORIENTE NACIONAL, pero fue rechazada, por tanto para “Regularizarse” aceptaron
la autoridad del SUPREMO CONCEJO CONFEDERADO (19 de diciembre de 1881). Con
esta regularización se les permitió junto con 4 logias más la fundación de la
GRAN LOGIA DEL PERU, cuya solicitud es firmada el 21 de diciembre de 1881 por
las logias: Orden y Libertad Nº 1, Orden y Libertad Nº 2, Virtud y Unión Nº 3,
Parthernon Nº 7 y Kosmos Nº 12 y presentada al SUPREMO CONCEJO CONFEDERADO, que
convoca a una CONVENCION, donde se acreditan 15 hh:. De las logias: Orden y Libertad Nº 1, Orden y Libertad Nº 2,
Virtud y Unión Nº 3, Parthernon Nº 7 y Alianza y Firmeza Nº 16, quienes
formulan la Constitución, Estatutos, Sellos y eligen al PRIMER GRAN MAESTRO DE
MASONES DEL PERU al R:.H:. Antonio Arenas Merino que se instala el 25 de marzo
de 1882.
Los masones peruanos, en cuya
orden están los héroes nacionales, fueron hombres libres y como peruanos libres
y soberanos, jamás aceptaron la intromisión de la monarquía inglesa, que había
infiltrado al oriente de Chile, Bolivia y Perú. El Gran Oriente del Perú fue
diezmado durante la Guerra.
Con la traición de Iglesias,
Antonio Arenas y otros que participaron del Tratado de Ancon, se mutilo el
territorio patrio, pero el Perú jamás se rindió. La resistencia y lucha
victoriosa se realizaba en la sierra central del Perú, con Cáceres y el ejército
patriota de quechua hablantes.
Los bolivianos, no traicionaron al Perú, fue un grupo de masones pro chilenos, que traicionaron a Bolivia y la condenaron a la mediterraneidad, basta decir que la Carta Patente de la masonería Boliviana fue dada por la Gran Logia de Chile al igual que su Supremo Consejo Grado 33º. Sin embargo los masones bolivianos patriotas estuvieron a la altura de las circunstancias.
El problema no son los
masones ingleses o chilenos, ellos son patriotas en Inglaterra o Chile, como
debe ser. El problema son los sumisos y traidores, que llaman regularidad el
ponerse de rodillas, cuando su patria los necesita, como se dio en el caso de
la guerra con Chile y en la Guerra de la Malvinas.
Andrés
Avelino Cáceres falleció el 10 de octubre de 1923. Cáceres, fue formado por el
ejército, dejado de lado para las promociones, por ser un “serrano” de dudosa
sangre blanca. Pero reunía elementos interesantes: Era un militar de verdad que
sabía lo que hacía; conocía el terreno de la sierra y hablaba el quechua. Cáceres:
fué “un patriota masón importante”.
El
masón Chileno Lynch envió a su secretario el Dr. Armstrong para instar a
Cáceres que reconociese el Tratado de Ancón. El masón peruano dijo: “El
gobierno chileno ha conseguido todo lo que ha querido; ahora debe retirar sus
tropas para dejar libre al Perú, a no ser que pretenda dominarlo por la fuerza,
lo cual no conseguirá, salvo el caso de que convierta al país en un cementerio;
pues mientras me quede un hombre con su rejón flameará en alguna puna el pabellón
nacional y continuare luchando”.
Ser masón
patriota, no es ser chauvinista, es saber equidistar las relaciones de nuestra
nación con las demás del orbe y en armónico equilibrio, no hacer a otros lo que
no queremos que se nos haga, ni permitir que nos hagan lo que no somos capaces
de hacer.
-Cástulo Martinez -
Chile Depredador, Historiador chileno, quien a pesar de su nacionalidad
desenmascara mucha de las falsedades en la Historia oficial chilena.
-Enrique Amayo -
“La política Británica en la guerra del Pacífico”
-Jorge Basadre - “Historia de la República del Perú 1821-1933” Tomo VIII
-Rubén Vargas Ugarte - “Historia General del Perú” Tomo X
-Jorge Basadre - “Historia de la República del Perú 1821-1933” Tomo VIII
-Rubén Vargas Ugarte - “Historia General del Perú” Tomo X
- Renan Americo San
Martin, Pobreza Conoce a los causantes, http://despiertapuebloperuano.blogspot.com/
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